Siempre fuimos catalogados, como familia, como "los negros" (curiches agregaban). En Arica presencié la bajada del carnaval de los afrodescendientes. Muchos de ellos de Azapa. La fuerza y energía de sus bailes y cantos, tambores y gritos de júbilo conmueven. Niños y jovenes participantes aseguran la permanencia y continuidad de estas expresiones. Gritos como ¡Vivan los negros!, ¡Arica negra! acallan otros que a lo largo del tiempo pretendieron uniformar y sumergir, casi ahogando, estas diversidades tan potentes. Es la vida que me alcanza.
domingo, 1 de marzo de 2009
Los Negros
Siempre fuimos catalogados, como familia, como "los negros" (curiches agregaban). En Arica presencié la bajada del carnaval de los afrodescendientes. Muchos de ellos de Azapa. La fuerza y energía de sus bailes y cantos, tambores y gritos de júbilo conmueven. Niños y jovenes participantes aseguran la permanencia y continuidad de estas expresiones. Gritos como ¡Vivan los negros!, ¡Arica negra! acallan otros que a lo largo del tiempo pretendieron uniformar y sumergir, casi ahogando, estas diversidades tan potentes. Es la vida que me alcanza.
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