
Después de un agitado verano este llega a su fin. Por lo menos en lo laboral. El reintegrarse al trabajo, aunque nunca me alejé del todo, y cambiar (a medias y de nuevo)de residencia. Este año estaré residiendo en Iquique por lo cual ya no viajaré cada semana a Arica. Viviré solo todo el tiempo y eso requiere nuevos ejercicios y practicas las que afortunadamente domino. Las visitas recibidas dejan un sabor agridulce. Me preparé bastante para recibirlas, compartí el tiempo y luego con pena por la partida escalonada. Se suma también el dejar la comunidad de El Redentor en Arica.
Nuevos desafíos afloran, construir caminos y seguir en esta opción que he asumido. La foto que encontré el el sitio www.apirronarse.com.ar refleja un poco lo que siento por ahora.